Jeff Foster

UNA AUSENCIA MUY PRESENTE

La liberación en la vida cotidiana

Traducción del inglés de David González Raga

 

 

 

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Título original: AN EXTRAORDINARY ABSENCE

© Jeff Foster 2009

© de la edición en castellano:
2010 by Editorial Kairós, S. A.

© Diseño y foto cubierta: Katrien van Steen
Editorial Kairós, S.A.
Numancia 117-121, 08029 Barcelona, España
www.editorialkairos.com

Nirvana Libros S.A. de C.V.
3ª Cerrada de Minas 501-8, CP 01280 México, D.F.
www.nirvanalibros.com.mx

© de la traducción del inglés: David González Raga

Revisión: Joaquim Martínez Piles

Primera edición: Octubre 2010
Primera edición digital: Octubre 2010

ISBN: 978-84-7245-757-7
ISBN digital: 978-84-7245-796-6

Fotocomposición: Grafime. Mallorca 1. 08014 Barcelona

 

 

 

 

 

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Agradecimientos

Con mi más profunda gratitud a Nathan Gill

y especialmente agradecido a Philip Pegler

Con amor a Adam, Amy, Barry, Joan, John, Josh, Julian, Jeannine, Kriben, Lynda, Mandi, Menno, Mike, Nic, Pamela, Sid, Tijn, Wendy… ¡y todos los demás!

 

 

 

 

 

 

Si, por una sola vez, te desembarazases de ti mismo,

se desvelaría, ante tu atónita mirada,
el más secreto de los secretos

y advertirías, en el espejo de la percepción,

el rostro de lo Desconocido,

que se oculta más allá del universo.

RUMI

Entre el polo del amor,

que dice “yo lo soy todo”

y el de la sabiduría,

que insiste en que “no soy nada”

se mueve toda mi vida.

NISARGADATTA MAHARAJ

SUMARIO

Prólogo de Kriben Pillay

Introducción de Philip Pegler

Un nuevo comienzo

1. La ola y el océano

2. Lo extraordinario en lo ordinario

3. Confesiones I

4. No-dualidad: Nada que obtener, nada que defender y nada que enseñar

5. El origen del mundo

6. Confesiones II

7. El otro lado de la nada

8. Una ausencia extraordinaria

PRÓLOGO

No hace mucho, viajé a Brighton para tener una larga conversación con Jeff Foster sobre la visión no dual. A mitad de charla, sin embargo, empezamos a hablar de magia, una pasión que compartimos, y Jeff acabó enseñándome un truco llamado “asombro profundo”. Quizás sea por ello por lo que, cuando me pidió que escribiese un prólogo para su nuevo libro, recordé súbitamente el nombre de este truco, que no sólo me pareció un título muy apropiado para el libro, sino que reflejaba también perfectamente sus implicaciones más profundas. Y es que el asombro profundo, como trataré de demostrar, constituye el ineludible correlato de nuestras ilusiones más profundas.

Basta con realizar cualquier búsqueda en Internet de la expresión “maestros no duales” para poner de relieve la existencia de un gran número de personas “despiertas” que proclaman, de maneras muy diferentes, su iluminación. De ello, precisamente, trata este libro porque nadie, en opinión de Jeff, puede estar iluminado. Pero este libro también tiene que ver con los juegos de palabras, como esos magos que, según dicen, han desarrollado una capacidad tan extraordinaria de observación psicológica, que parecen “leer el pensamiento”. Pero lo cierto no es esto ni aquello ya que esos supuestos “adivinos” se sirven de la manipulación lingüística y de una gran habilidad teatral para llevar a cabo un truco sorprendente.

También el escenario no dual está saturado de este tipo de trucos. Y no estaría de más subrayar que parte de ellos se derivan de otro engaño más profundo, según el cual «¡Yo he desaparecido! ¡Lo único que ahora existe es Esto! ¡Ale hop! ¡Estoy liberado!». Pero cualquiera puede darse cuenta de la falsedad de todas esas afirmaciones. Quizás sean la expresión exacta de quien acaba de advertir su irrealidad o la formulación verbal de alguien que está ilusionado o se empeña en crear deliberadamente una ilusión. Soy consciente de la dureza de estas palabras pero no pido, por ellas, perdón, porque me parece que ha llegado ya el momento de ir más allá de las apariencias y afirmar que eso, absolutamente todo eso –tanto mi liberación como mi falta de liberación, tanto mi iluminación evolutiva como mi falta de iluminación evolutiva y todos los trucos, por más sorprendentes que ésos sean– , son meras ilusiones. Y ésta es la más sorprendente de todas las sorpresas.

Pero, volviendo de nuevo al libro de Jeff hay, en él, secciones enteras escritas en el lenguaje convencional de la no-dualidad que se empeñan en transmitir con un lenguaje dualista lo que se encuentra más allá de la dualidad. Y es que, cuando las palabras brotan del Misterio que jamás puede mencionarse, se genera una cierta tensión lingüística. Entonces es cuando el significado aparente se colapsa en el absurdo y la paradoja se revela como el vehículo más idóneo para transmitir una Verdad que jamás podrá revelarse. De todo ello, precisamente, nos habla el libro de Jeff. Pero éste es también un libro que trasciende las fronteras del género porque la descripción impersonal habitual deja paso, de vez en cuando, a pasajes preñados de confesiones personales. Es entonces cuando el lector puede ver realmente a Jeff, una persona tan normal y tan corriente como usted y como yo. Pero eso es, precisamente, lo más difícil de expresar porque el personaje, sumido en el asombro profundo que acompaña al descubrimiento de que todo es una ilusión, acaba colapsándose en un Misterio en el que el mundo –y, con él, sus decenas de miles de apariencias– se manifiesta como algo simultáneamente ordinario y extraordinario. Lo ordinario somos usted, yo y Jeff, y lo extraordinario es la profunda ausencia de todo lo que consideramos real.

KRIBEN PILLAY

Profesor adjunto de The Leadership Centre

University of KwaZulu-Natal

mayo de 2009

INTRODUCCIÓN

En el núcleo mismo de este libro late el mensaje sencillo, directo y eterno de la no-dualidad, un término utilizado con frecuencia hoy en día para referirse a la antigua tradición india de la espiritualidad advaita (que literalmente significa no-dos). Ese mensaje, que apunta a la Unidad básica de la existencia, afirma que lo único que existe es la Unidad y que, en ella, todos estamos incluidos.

Este libro encierra una cualidad profundamente compasiva que resulta difícil de expresar verbalmente y transmite también una nota sosegada de autoridad que impone respeto. Pero todo el mundo, como Jeff Foster se esfuerza en repetir, es libre de escuchar o de dar media vuelta y dirigirse hacia otro lado. Y es que hablar, en su opinión, de no-dualidad, es hablar de lo que no puede hablarse. No es posible hablar, en suma, de no-dualidad, porque ésa es una verdad que no puede ser mencionada. Sólo podemos, en ese sentido, zambullirnos en el misterio.

¡Ése es el liberador mensaje al que debemos aproximarnos con una mente completamente abierta! No es necesario, para descubrir la verdad, ir a ningún lugar, porque la verdad se halla siempre presente, en la rotunda inmediatez de la experiencia directa. La verdad se manifiesta de continuo en lo que sucede instante tras instante. La verdad no es más que esto… y esto… y también esto. El problema es que siempre estamos huyendo de lo que se halla frente a nosotros… como si, con ello, no tuviéramos bastante. Y tampoco necesitamos sumirnos en la interminable y agotadora búsqueda de la libertad espiritual porque, en el inmenso espacio natural de nuestro ser verdadero, ya somos espiritualmente libres. Pero, si queremos acabar asumiéndola, debemos reconocer y honrar esa libertad esencial.

Lo más curioso y notable de este libro es la claridad con la que Jeff nos lleva de la mano para que podamos experimentar directamente la verdad por nosotros mismos. Y como, para ello, hay que empezar en el mismo lugar en que nos encontramos, Jeff nos invita amablemente a contemplar con ojos nuevos cada nueva experiencia. En este sentido, Jeff insiste, una y otra vez, con todo tipo de métodos originales y creativos, en que nos enfrentemos a la vida sin ideas preconcebidas y a que informemos luego de lo que descubramos.

¡Pero ojalá bastara con la cortesía para ver más claramente! Cuando uno conoce a Jeff Foster, descubre a una persona muy natural. Jeff es una persona encantadora, pero también posee una sinceridad incisiva que trasciende las evasivas y la hipocresía. La vida es demasiado corta y preciosa como para perderla en interminables discusiones relativas a la naturaleza de la iluminación, los aciertos y los errores de la auténtica práctica espiritual… o cuál es el tipo más puro de enseñanza no dual. Jeff sabe perfectamente, por experiencia propia, la importancia de la decisión de emprender y perseverar en el camino –“el menos transitado de los caminos”– hasta que todas nuestras dudas acaben disolviéndose.

Y no basta, para ello, con el mero esfuerzo… aunque eso no debe preocuparnos, porque el universo al que naturalmente pertenecemos es el que nos proporciona la fortaleza necesaria. El amor, a fin de cuentas, acaba llegando a todo el mundo… y se trata de un amor sin nombre que, finalmente, acabamos reconociendo que jamás había estado ausente.

De poco sirven, en ese sentido, las fórmulas preconcebidas y las respuestas aprendidas de memoria. Esta hermosa enseñanza directa sobre la Unidad de la vida es increíblemente sencilla, pero también está abierta a todo tipo de malentendidos. Y son muchas, como ponen claramente de relieve las siguientes páginas, las trampas que acechan a los descuidados. A veces es necesaria una guía fiel y les aseguro que, en este sentido, Jeff Foster no les decepcionará… por más que insista en que él no es ningún maestro y en que sus libros y los encuentros organizados en torno a su persona no son sino una forma de departir con sus amigos:

Yo no tengo el menor interés en hacer lo que el mundo me pide. Por ello compartiré, por mero gusto, este mensaje, hasta el momento en que deje de hacerlo. Habrá quienes escuchen y otros que den media vuelta y se alejen en otras direcciones, y ambas respuestas me parecerán igualmente adecuadas.

Estoy tomándome una taza de té mientras contemplo las gaviotas revoloteando sobre el embarcadero de Brighton. Ninguna de ellas tiene la menor importancia. La idea de ser un maestro o un gurú me da risa. Yo no soy nada. El té y las gaviotas lo son todo. Pero mi nada es la totalidad del mundo y ahí, en la simplicidad más absoluta, concluye todo. Y lo único que queda es el amor.

Jeff es un autor joven cuya sabiduría y madurez trascienden su edad y que comparte con sus lectores un secreto precioso que se olvida con demasiada frecuencia. Y la esencia de este poético mensaje afirma que la liberación nunca está lejos o, mejor dicho, que se halla en el centro mismo de la vida cotidiana, es decir, de la vida normal y corriente. La libertad está en todas partes y en todas las cosas… y no establece diferencia alguna entre lo sagrado y lo profano. Pero a pesar, no obstante, de no ser nada especial… se halla tan presente en la alegría y el asombro más inefables como en la tristeza y el dolor más insoportables. Eso está más allá de toda comprensión. No existen palabras para describirlo y la única respuesta apropiada al respecto es la humildad.

Éste no es un libro que podamos leer de un tirón y dejar luego a un lado. Es un libro serio y apasionante cuya adecuada comprensión nos obliga a leerlo y releerlo una y otra vez, sobre todo cuando el lector no entiende algo de lo que, al comienzo, se insinúa. Está escrito en un tono reflexivo, desafiante y divertido, y siguiendo su propio ritmo. Su amable armonía penetra bajo la piel del lector hasta que su magia acaba impregnando nuestros huesos, una auténtica alquimia de la transformación.

Pero todo esto, como verán, no tiene tanto que ver con las palabras como con la profundidad de los acordes que despierta. Saturadas de convicción, estas palabras tienen el poder de evocar en nuestro interior una cualidad muy especial. Una fragancia dulce y nostálgica, el reconocimiento de algo familiar, de algo que, pese a conocer íntimamente, no sabemos articular en palabras. Es la verdad, el amor y la belleza, temas inspiradores que apuntan hacia aspectos diferentes de una realidad esencial subyacente que, pese a no poder ser nombrada, sí que puede ser señalada.

El final de la búsqueda espiritual se asienta en el reconocimiento claro de “una ausencia extraordinaria”. Es la ausencia completa de separación y el extraordinario descubrimiento de la auténtica presencia en el mundo en un amor y una intimidad que trascienden todo lo que anteriormente habíamos conocido.

PHILIP PEGLER

Midhurst, Inglaterra

junio de 2009

UN NUEVO COMIENZO

Este libro es una carta de amor del Silencio al Silencio.

Las palabras brotan del Silencio y a él retornan.

 

 

Las palabras son simples olas en la superficie del inmenso Océano del Ser.

Las palabras interpretan, cantan y bailan su canción, para acabar sumergiéndose en la expansión infinita de la vitalidad.

Lee estas palabras y déjalas pasar.

Lee las palabras de este libro y despréndete luego de él.

¡Quémalo!

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Las palabras sólo pueden indicar. Son indicadores. Meras señales.

Las palabras no pueden rozar ni capturar la Vida. Quizás, sólo quizás, puedan apuntar hacia ella.

Quizás, sólo quizás, las palabras puedan transmitir algún que otro indicio del sabor o la fragancia de la vida.

Las palabras de este libro apuntan hacia algo muy sencillo.

Apuntan a la Vida tal y como se despliega,
a la evidente y simple presencia de todo,
a las imágenes, olores y sonidos presentes,
a la vitalidad que se halla detrás de todo,
que todo lo mueve, que todo lo trasciende
y que lo
es todo.

Y, más allá incluso de eso:

A la ausencia de toda persona separada y sólida,
a la inmensa abertura que, sin estar separada de nada,
todo lo sostiene.
A la extraordinaria ausencia que,
ocupando el centro mismo de la vida,
acaba revelándose como la presencia más perfecta.

Ésta es la aparente paradoja que yace en el núcleo mismo de la creación:

Ausencia es presencia.
Vacuidad es forma.
La conciencia no está separada de sus contenidos.

Pero ¿qué es lo que queda cuando presencia y ausencia chocan e implosionan?

¿Qué es lo que queda cuando vacuidad y forma se funden y desaparecen?

¿Qué es lo que queda cuando el que ve se colapsa en lo visto

y cuando sujeto y objeto se enamoran, enloquecen y se desvanecen en la nada?

¿Qué es lo que queda cuando todos los conceptos del mundo
se revelan como meros conceptos,
qué es lo que queda cuando los pensamientos recuperan su ritmo natural
y la búsqueda improductiva de “la mente del mono”
llega a su fin?

¿Qué es lo que resplandece más allá del despertar,
más allá de la iluminación,
más allá de lo real y de lo irreal,
más allá de la existencia y de la no-existencia,
más allá de
lo que es y de lo que no es,
más allá del yo y de no-yo,
más allá de la dualidad y de la no-dualidad,
más allá de la vida y de la muerte,
más allá de todos los más allás?

¿Qué fue lo que te dio la vida?

¿Qué fue lo que hace ya eones, te sacó de ti para que pudieras conocerte, tocarte, degustarte, sentirte y verte?

¿Qué es lo que te sostiene, te ama y te abraza como una madre abraza a su bebé recién nacido?

¿Qué es lo que, desde el mismo comienzo, ha estado llamándote, para que volvieras a ti mismo?

Esto.
Sólo esto.
Siempre esto.
Continuamente esto.

 

Ahora voy a pedirte respetuosamente que olvides todo lo que sabes, todo lo que has aprendido, todo lo que has leído sobre el despertar espiritual, la no-dualidad, el advaita, la Unidad y la iluminación, y consideres una nueva posibilidad, la posibilidad de liberarte ahora mismo, en medio de esta vida aparentemente ordinaria. Considera, pues, la posibilidad de liberarte, ahora mismo, estés donde estés.

Y ahora comencemos de nuevo.