portada
Bonícula. Una historia de misterio conejil / A la Orilla del Viento
Bonícula. Una historia de misterio conejil

DEBORAH Y JAMES HOWE

ilustrado por
FRANCISCO NAVA BOUCHAÍN

traducción
DAVID HUERTA

Fondo de Cultura Económica

Primera edición en inglés, 1979
Primera edición en español, 1992
Segunda edición, 1994
Tercera edición, 2015
   Primera reimpresión, 2017
Primera edición electrónica, 2018

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

contraportada

Con afecto
para Mildred y Lester Smith

Índice

Nota del editor

La llegada

Música en la noche

Algunos acontecimientos inusuales

Un gato se prepara

Chester entra en acción

Harold ayuda

Un (nuevo) amigo en apuros

Desastre en el comedor

A buen fin no hay mal principio… o casi

Nota del editor

El libro que estás a punto de leer me fue entregado de la manera más extraña. Un viernes por la tarde, poco antes de la hora de cerrar, escuché unos rasguños en la puerta delantera de mi oficina. Cuando abrí, me encontré con un perro de ojos tristes, de orejas gachas, que llevaba un sobre grande, común y corriente, en el hocico. Lo dejó caer a mis pies, me echó una mirada conmovedora y emprendió su camino con gran dignidad.

Dentro del sobre estaba el manuscrito del libro que ahora tienes entre las manos, junto con esta carta:

Señores:

La historia aquí incluida es verdadera. Nos sucedió en esta misma ciudad a mí y a la familia con la que vivo. He cambiado los nombres de la familia para protegerlos, pero en lo demás, lo que leerán ustedes son hechos que realmente ocurrieron.

Permítanme presentarme. Mi nombre es Harold. Me puse a escribir por pura casualidad. Mi trabajo de tiempo completo es ser perro. Vivo con el señor y la señora “X” (llamados aquí “los Monroe”) y sus dos hijos: Toby, de ocho años, y Pete, de diez. También comparte nuestro hogar un gato llamado Chester, a quien me complace llamar mi amigo. Éramos una típica familia norteamericana, y todavía lo somos, pero los acontecimientos de mi historia han afectado, desde luego, nuestras vidas.

Espero que encuentren esta historia de suficiente interés para ustedes y sus lectores como para justificar su publicación.

Atentamente,

Harold X.