Traducción de Ronald Brouwer
Este libro ha sido publicado con el apoyo de Flanders Literature (www.flandersliterature.be).
© 2015 de Charlotte Van den Broeck
Título original Kameleon
Primera publicación en 2015 por Uitgeverij De Arbeiderspers, Amsterdam
De esta edición:
© De Conatus Publicaciones S.L.
Casado del Alisal, 10
28014 Madrid
www.deconatus.com
© De la traducción: Ronald Brouwer
Primera edición: marzo de 2018
Diseño de la colección: Álvaro Reyero Pita
ISBN: 978-84-17375-07-2
Todos los derechos reservados.
Esta publicación no puede reproducirse total ni parcialmente, ni almacenarse en sistema recuperable o transmitido, en ninguna forma ni por ningún medio electrónico, mecánico, mediante fotocopia, grabación ni otra manera sin previo permiso de los editores.
La editorial agradece todos los comentarios y observaciones:
comunicacion.deconatus@deconatus.com
Nada hay por lo que el afán de agradar de la mujer se esfuerce tanto como por la apariencia de ingenuidad; prueba suficiente, incluso si no se hallara otra, de que el principal poder de este sexo se sustenta en dicha propiedad.
Friedrich Schiller
Sobre poesía ingenua y poesía sentimental
Portadilla
Créditos
Cita
I - La cruz roja en el mapa del tesoro
Bucarest
Sisjön
Örebro
Växjö
Estanque japonés
Hvannadalshnúkur
Agosto
Muestrario
Diagnóstico
Copa
Gilles
Flamenco
El Mar del Norte
Tarta Charlota
II - Discovery Channel
Personas que ven documentales de naturaleza para entenderse mejor a sí mismas
Grand jeté
Avistamiento de ballenas
Foto de satélite
Pequeño volcán
Seraphic Light
Tirano
Camaleón [I]
Camaleón [II]
Felidae [I]
Felidae [II]
Rorschach
Astrología para principiantes
Cáscara espacial
Manual de instrucciones
Lampyridae
Expedición
Yacimiento arqueológico
Cazador/recolector
Triceratops
III - El origen
Pollería especializada
Cabeza de toro
Lavandería Netezon
Escapada/escape
Verduras de invierno
Vivienda social
Reflejo de tortuga
Genealogía
Añoranza de tierras lejanas
BUCAREST
Algunos lugares son tan pequeños
que caben en la punta de un dedo.
Trato de señalar dónde fue todo
pero apenas yo misma me acuerdo.
Entre los cascotes del olvido se erige la estantería
de mi abuelo y la tarde del domingo
cuando juntos leíamos el atlas, su dedo
sobre la capital de Rumanía.
Allí tenían, dijo, «una espléndida colección de putillas»
y pensé que una puta sería algo así como la Torre Eiffel
y le eché en cara que nunca me trajera
una versión en miniatura de alguna de ellas.
Luego se vio que fronteras y abuelos son relativos
tan solo aquella tarde figura con letras en relieve
en las páginas del atlas, como la tarde del día
en que aún me pareció un excelente guía.
SISJÖN
Junto al lago hay un abuelo desnudo y un niño.
Decidimos que es algo natural y al desvestirnos
miramos discretamente nuestros pies.
Imponemos a nuestras mejillas una sonrisa
una sola mirada borra la inocencia de mi bañador.
Así nos adentramos en el agua, traviesos.
Nadamos hasta la otra orilla, el nado a braza
resulta raro, escolar, sin el contorno de piscina.
Hablo sobre los pechos de mi madre, que flotaban
en la bañera y así parecían contradecir la gravedad.
Sobre tu saco de dormir fumamos cigarrillos, mis primeros.
Por la mañana el ardor del sol nos obliga a salir,
fuera de la tienda encontramos el polluelo muerto.
Fuera lo que fuese, estaba indefenso.