portada

Rodrigo A. Medellín trabaja desde la década de 1970 en ecología y conservación de vertebrados. Su trabajo con jaguares cubre los últimos 20 años y se ha reflejado en acciones oficiales de conservación y manejo.

J. Antonio de la Torre ha estudiado por más de 13 años felinos silvestres. Su trabajo de investigación en los últimos años se ha enfocado en estudiar a los jaguares y promover su conservación en la Selva Lacandona, en Chiapas, México.

Heliot Zarza es biólogo egresado de la UNAM, su investigación incluye la ecología y conservación de los carnívoros silvestres.

Cuauhtémoc Chávez es biólogo con mas de 20 años dedicados a la conservación de carnívoros, es profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma.

Gerardo Ceballos trabaja en la ecología y conservación de áreas protegidas y especies en peligro. Ha publicado más de 450 artículos y recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales.

EDICIONES CIENTÍFICAS UNIVERSITARIAS


SERIE HORIZONTES Y PARADIGMAS EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

EL JAGUAR EN EL SIGLO XXI

El jaguar en el siglo XXI

LA PERSPECTIVA CONTINENTAL

RODRIGO A. MEDELLÍN
J. ANTONIO DE LA TORRE
HELIOT ZARZA
CUAUHTÉMOC CHÁVEZ
GERARDO CEBALLOS
 (coordinadores) 

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Primera edición, 2016
Primera edición electrónica, 2016

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SUMARIO

Prólogo

Agradecimientos

Introducción. Jaguares en el espacio y el tiempo del Continente Americano

I. Jaguares en el borde: evaluación y perspectivas de conservación del jaguar continental

II. Distribución y estado de conservación del jaguar en México

III. Estado del jaguar en Guatemala. Informe de 2013

IV. Estado de conservación del jaguar en Belice

V. Estado de conservación del jaguar (Panthera onca) en Honduras

VI. Avances en el conocimiento de los jaguares en Nicaragua

VII. Estado de conservación y prioridades para el jaguar en Costa Rica

VIII. Jaguares (Panthera onca) en Panamá; estado actual y conservación

IX. Unidades de conservación, conectividad y calidad de hábitat del jaguar en Colombia

X. Situación de las poblaciones del jaguar en Venezuela. Estudio retrospectivo

XI. Estado de conservación del jaguar en las Guayanas, con un enfoque sobre la Guayana Francesa

XII. Análisis del estado de conservación del jaguar en Ecuador

XIII. Estado de la conservación del jaguar en Perú

XIV. Situación del jaguar en Bolivia

XV. Estado del jaguar (Panthera onca) en Brasil

XVI. Corredores del jaguar en Brasil: conectando poblaciones protegidas

XVII. Estado de conservación del jaguar en Argentina

XVIII. Historia del jaguar en Uruguay y la Banda Oriental

XIX. Prioridades y recomendaciones. ¿Cuáles son las necesidades para el jaguar en los próximos años?

Chapter’s abstracts

Directorio de autores

Índice analítico

Índice general

PRÓLOGO

El jaguar es el depredador más grande del trópico americano. Es una criatura hermosa y fascinante que ha llamado la atención del ser humano desde que los primeros pobladores llegaron al continente, y en la actualidad es un atractivo turístico en algunas regiones como en el Pantanal de Brasil. Es, además, una especie muy importante por el papel que desempeña en el funcionamiento de los ecosistemas. Si los jaguares son exterminados en una región, por ejemplo, otras especies, como los carnívoros de tamaño medio, cuyo número es limitado por la depredación de los jaguares, pueden sufrir explosiones poblacionales, que a su vez tienen consecuencias en cascada a través de los ecosistemas. A esto los científicos lo conocen como “liberación de mesodepredadores”. Aunque no hay estudios detallados de este efecto por la desaparición de los jaguares, un ejemplo ahora considerado como clásico de este efecto fue la desaparición del coyote en los cañones de los suburbios del sur de California. Esto condujo a un aumento en la abundancia de los depredadores más pequeños, como zorrillos, zorras, mapaches, gatos caseros, zarigüeyas y serpientes, cuyas poblaciones eran controladas por la depredación de los coyotes. Eso a su vez causó una reducción en el tamaño de las poblaciones de aves que anidan en el matorral, que eran depredadas por los carnívoros más pequeños.

El efecto de los depredadores en comunidades naturales se ha evaluado en situaciones en las que se ha introducido un depredador en una región donde no es nativo. Abundan los ejemplos, como la introducción de las mangostas en las islas del Caribe, donde causaron la extinción de aves y mamíferos nativos que habían evolucionado en ausencia de depredadores. Otro ejemplo es la propagación de pitones de Birmania en los pantanos de Florida, que están causando la casi extinción local de zarigüeyas, conejos y mapaches.

Estos efectos no siempre son tan claros, pero los ecólogos han comenzado a prestar más atención a los depredadores tope, especialmente los fascinantes, como los jaguares. Los esfuerzos para la conservación de tales criaturas, que usan grandes extensiones de tierra, no sólo pueden tener efectos deseables sobre las propiedades de los sistemas naturales, también pueden representar la ventaja de proteger muchos otros elementos de la biodiversidad; es decir, pueden servir como “especie paraguas”.

Los jaguares son sensibles a la invasión humana, y su área de distribución se ha fragmentado, especialmente en los últimos 20 años. Además, los jaguares son cazados a menudo por los agricultores, ganaderos y cazadores; también mueren por colisiones con vehículos. Están clasificados como “casi amenazados” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Sin embargo, no existía una evaluación actualizada de su estado de conservación. Este excelente libro proporciona la actualización más completa de su estado de conservación en los 18 países que comprenden su área de distribución, desde los Estados Unidos hasta Argentina. No es simplemente una recopilación de instantáneas país por país: identifica y analiza las acciones necesarias para salvar al gran felino; plantea las prioridades políticas y científicas necesarias y ofrece una serie de recomendaciones estratégicas destinadas a proteger a los jaguares en el ámbito local: la primera línea de la batalla para conservarlos.

Los jaguares están profundamente arraigados en muchas culturas latinoamericanas, que se remontan a los olmecas precolombinos, quienes, observando la velocidad, agilidad, potencia, actividades nocturnas y sigilo de estos animales, los integraron a sus complejos sistemas de creencias y los asociaron con dioses. Los científicos y expertos locales sobre el jaguar, desde Argentina hasta México, tienen la capacidad, el bagaje cultural, el liderazgo, el compromiso y el conocimiento científico para trazar un curso de supervivencia para este gato icónico.

Los coordinadores mexicanos de este libro —Rodrigo Medellín, Gerardo Ceballos, Cuauhtémoc Chávez, Antonio de la Torre y Heliot Zarza— representan dos generaciones, y son algunos de los mejores jóvenes científicos en el mundo. Me siento orgulloso de escribir estas palabras de apertura de un volumen creado por los principales biólogos de la conservación; Medellín y Ceballos son dos amigos que han invertido cerca de 20 años trabajando para la conservación de los jaguares. Ellos han incorporado a sus estudiantes en el equipo editorial. Integrar a las nuevas generaciones y unificar las estrategias de conservación mediante la planificación e implementación de manera coordinada, a través de los países del área de distribución del jaguar, es una gran idea que sin duda logrará el objetivo de conservar exitosamente a este gran felino.

PAUL R. EHRLICH
Stanford University

AGRADECIMIENTOS

Compilar un libro es siempre una tarea enorme. Compilar un libro que abarca 19 países y más de 80 autores solamente es posible con la buena voluntad, paciencia y arduo trabajo de un gran número de personas. Los autores de cada capítulo que conforma este libro han dado muestra de una paciencia y un compromiso con la conservación verdaderamente extraordinarios y les agradecemos profundamente todo su esfuerzo. Hoy más que nunca es muy claro que Latinoamérica es un gigante que está despertando y tiene una fuerza colosal. El destino de los jaguares, y de toda la diversidad biológica de la región, gravita en las manos de sus pueblos. Hoy los programas de conservación son liderados por latinoamericanos, y se han creado redes de colaboración entre expertos y organizaciones realmente comprometidos con la conservación del jaguar. Agradecemos a todos los científicos y conservacionistas que trabajan por el jaguar en sus propias trincheras; este libro es para ustedes.

Queremos agradecer también a Clementina Equihua, quien ha cuidado la edición de este libro desde sus inicios y en cada paso del proceso. Gracias al decidido apoyo de la Alianza WWF-Telcel, de las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la UNAM, pudimos reunir al grupo de expertos provenientes de los países latinoamericanos durante el congreso Wild9 en Mérida, Yucatán, en 2009. Fue a partir de esa reunión como surgió el núcleo del presente volumen. Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México, en particular los doctores Carlos Arámburo de la Hoz, entonces coordinador de la Investigación Científica, y César Domínguez Pérez-Tejada, a su vez director del Instituto de Ecología, desempeñaron un papel esencial al aportar los recursos necesarios para lograr la publicación de este libro. El equipo del Fondo de Cultura Económica, liderado por Tomás Granados y Heriberto Sánchez, facilitó e hizo expedito el proceso y estamos muy agradecidos con todos ellos.

También agradecemos profundamente el trabajo de los miembros del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología de la UNAM, en especial de Abigaíl Martínez, Begoña Iñárritu, Marina Rivero y Madisson Luna, quienes nos apoyaron con la revisión de los capítulos y la edición de las figuras. Javier Simonetti, Francisco Palomares, Jon Paul Rodríguez, David Valenzuela, Luis Fernando Aguirre, Bernal Rodríguez, Ernesto Boede, José Luis Mena, Mauro Lucherini, Gerardo Suzan, Horacio Bárcenas, Víctor Sánchez Cordero y Enrique Martínez-Meyer fungieron como revisores externos de este libro e hicieron comentarios muy valiosos para mejorar el contenido de cada uno de los capítulos, y les agradecemos profundamente su trabajo. Varios de los autores de los capítulos de este libro también contribuyeron en la revisión de los capítulos y proporcionaron comentarios muy valiosos; queremos agradecer su trabajo veloz y eficiente.

Los coordinadores

 

The Jaguar

The apes yawn and adore their fleas in the sun.

The parrots shriek as if they were on fire, or strut

Like cheap tarts to attract the stroller with the nut.

Fatigued with indolence, tiger and lion

Lie still as the sun. The boa-constrictor’s coil

Is a fossil. Cage after cage seems empty, or
Stinks of sleepers from the breathing straw.

It might be painted on a nursery wall.

But who runs like the rest past these arrives
At a cage where the crowd stands, stares, mesmerized,
As a child at a dream, at a jaguar hurrying enraged
Through prison darkness after the drills of his eyes

On a short fierce fuse. Not in boredom—

The eye satisfied to be blind in fire,

By the bang of blood in the brain deaf the ear—

He spins from the bars, but there’s no cage to him

More than to the visionary his cell:

His stride is wildernesses of freedom:

The world rolls under the long thrust of his heel.

Over the cage floor the horizons come.

TED HUGHES

 

El jaguar

Los monos bostezan y adoran sus pulgas bajo el sol.

Los loros chillan como si ardiesen, o se contonean

Como fulanas para que el paseante les dé una nuez.

Cansados de pura indolencia, el tigre y el león

Yacen quietos como el sol. La cola de la boa es un fósil.

Una tras otra, las jaulas parecen vacías, o bien

Cargadas del hedor que rezuma la paja de los que duermen.

Una escena ideal para decorar la pared de una guardería.

Pero, una vez pasadas éstas, quien corre como los demás llega

A otra jaula donde la multitud se detiene, observa hipnotizada,

Igual que un niño un sueño, un jaguar circulando rabioso

Por la oscuridad de su prisión, taladrándola con sus ojos

A punto de estallar. No aburrido

—La mirada satisfecha de que el ardor la ciegue,

Los oídos ensordecidos por el estruendo de la sangre
en su cerebro—

Gira junto a los barrotes, aunque no hay jaula que pueda con él

Como no hay celda que aprese al visionario:

Su zancada es el páramo de la libertad:

El mundo rueda bajo el largo impulso de su talón

Que allega los horizontes al suelo de su jaula.

TED HUGHES
[Trad. de Xoán Abeleira, en Ted Hughes,
El azor en el páramo, Bartleby,
Velilla de San Antonio (Madrid), 2010.]