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“Constelaciones Familiares” Fundamentación sistémica

de BERT HELLINGER

CARMEN CECILIA VARGAS SIERRA
MÓNICA GIRALDO PAÉREZ

Vargas Sierra, Carmen Cecilia y Giraldo Paérez, Mónica

Constelaciones familiares -- Bogotá: Ediciones de la U, 2012.

184 p. ; 21 cm.

ISBN 978-958-991-211-9

1. Introducción a la sistémica 2. El sistema familiar

3. La fenomenología

4. Constelaciones familiares 5. Etapas del desarrollo personal I. Tít.

370.15. ed.

Área: Educación

Primera edición: Bogotá, Colombia, abril de 2012

ISBN. 978-958-991-211-9

© Carmen Cecilia Vargas Sierra y Mónica Giraldo Paérez
© Abako Editorial Ltda.
Carrera 38 No. 10-90, tel. 5604763
www.abakoeditorial.com.co
© Ediciones de la U - Transversal 42 No. 4B - 83, Tels.4065861
Primavera
www.edicionesdelau.com
E-mail: editor@edicionesdelau.com
Bogotá, Colombia

Editor: César Augusto Ortiz Cortés

Diseño y diagramación: Camilo Andrés Chaves Zamudio

Elizabeth Contreras Sanabria

Impresión: Digiprint Editores E.U.

Calle 63 bis No. 70-49, Pbx. 4307050

Impreso y hecho en Colombia

Printed and made in Colombia

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro y otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

AGRADECIMIENTOS

A Dios por mi existencia en el universo.

A mis padres por el amor, la vida que me dieron y la fuerza que me dan para vivirla. A mis hermanos por su amor, ejemplo y presencia.

A mi esposo por su apoyo, acompañamiento y permanencia.

A mis hijos por el impulso y motor de vida. A tu papá y a ustedes: gracias por existir y estar en mi vida. Hija gracias por tu estímulo y apoyo. Hijo, gracias por tu tiempo.

A mis maestros y maestras: Gerardo, Guillermo, Luz Ángela, Luis, Carmen, Marianela, Angélica y el grupo del CUDEC; por mostrarme el camino y a Bert Hellinger cuyas enseñanzas me permitieron estar en este lugar e inspiraron esta obra.

A mis compañeras de recorrido por su fuerza, profesionalismo y solidez.

A Mónica por estar y volver a estar.

Carmen Cecilia Vargas Sierra

A ti mamá por decir sí, y por tu amor y apoyo incondicionales.

A ti papá por la semilla, el amor, y estar siempre ahí.

A mamá Elvira por el amor de abuela y madre. Esto comenzó en complicidad tuya hace 30 años.

A papá Emilio por el ejemplo amoroso.

A mamá Amanda por la posibilidad de ver, y a papá Roberto por la sabiduría y el soporte.

A Juan por despertar a la mujer y la madre, y por nuestros 3 hijos.

A mis hijos Manuela, Alberto y Andrés Felipe: ustedes son mi vida.

A Diego, Lina María, María Claudia, Mabel, Adriana, Claudia, y el grupo de los lunes por la eterna conexión y apoyo.

A Carmen Cecilia por confiar y persistir.

A mis maestros: Daniel, Gerardo, Ignacio, Francisco, Joy, Dananda, Luis, Marshall, Carmen, Marianela, todos los del CUDEC y especialmente Bert Hellinger.

A mis consultantes por la oportunidad y lo aprendido.

A Sergio por ser tú y lo que las palabras no pueden expresar.

Mónica Giraldo Paérez

A nuestro grupo de estudio de consteladoras de los lunes, por su confianza, aliento y amistad.

A César A. Ortiz Cortés, nuestro editor, por su paciencia y por creer en nosotras.

Carmen Cecilia y Mónica

PROPÓSITO

Este libro fue diseñado con el propósito de dar a conocer al lector las teorías que sobre el Orden y el Amor nos plantea BERTH HELLINGER, con el fin de facilitar su aplicación a quienes deseen hacer una revisión de ellos en sus vidas para lograr más armonía y fluidez.

Para una mejor comprensión de las dinámicas sistémicas dentro del contexto familiar y de cualquier otro contexto, a más de Hellinger su columna vertebral; también nos apoyamos en otros autores que amplían y soportan dicha comprensión.

Está dirigido a las personas que deseen conocer y/o profundizar sobre los planteamientos de la sistémica familiar, su dinámica y ordenamiento. A quienes deseen introducirse en los principios fundamentales de los Movimientos Sistémicos y las Constelaciones Familiares y a quienes deseen realizar un trabajo comprometido con su desarrollo y crecimiento interior.

“CONSTELACIONES FAMILIARES. Fundamentación Sistémica de Bert Hellinger” surge de la necesidad de contar con un material escrito en un lenguaje sencillo y secuencial, sobre los contenidos de los talleres del mismo nombre que realizamos en siete módulos de un día al mes. Dicho taller es un trabajo teórico-práctico en el que la teoría se basa en la comprensión de los Órdenes del Amor, los órdenes de la ayuda, el tomar la vida, y cuyo fundamento práctico son los Movimientos Sistémicos; base a las Constelaciones Familiares.

Simultáneamente, nuestro lector tiene la oportunidad de poner en práctica lo que dicta la teoría y ahondar en las vivencias ampliando la mirada, el reconocimiento y la comprensión de los fenómenos para interiorizarlos en su Ser, a la manera como lo enseña Luis Díaz en su formación de Liberación de Memoria Celular: “pasándolo por el cuerpo”.

CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS

PROPÓSITO

PRESENTACIÓN

BERT HELLINGER. CREADOR DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES

CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN A LA SISTÉMICA

¿Cómo se comportan los sistemas?

Propiedades del sistema

El Sistema Familiar

Los límites dentro del sistema familiar

La fenomenología

La mirada y el movimiento sistémico

¿Cómo funciona?

Las Constelaciones Familiares

CAPÍTULO 2
ÓRDENES DEL AMOR

El amor

Primer Orden: Pertenencia

Los vínculos

Vinculación

Inclusión

Exclusión

Lealtades invisibles

Amor ciego

Segundo Orden: Jerarquía

Ocupar el lugar

Órdenes de la ayuda

Condiciones de la ayuda

Tercer Orden: Equilibrio entre el tomar y el dar

Compensación positiva

Compensación neutra

Compensación negativa:

Desórdenes y alteraciones en el equilibrio entre el tomar y el dar

CAPÍTULO 3
CONCIENCIA

Conciencia

CAPÍTULO 4
ETAPAS DE DESARROLLO

Tomar la vida

Etapas de desarrollo personal

0. La vida

1. Vínculo con la madre

2. Ver la madre

3. Reconocer a la madre

4. Permiso para ir al padre

Reconociendo los géneros

5. Ver al padre

6. Reconocer al padre y los antepasados

CAPÍTULO 5
ENFERMEDAD Y MUERTE

Enfermedad

Dolores de cabeza

Dolores de espalda

Enfermedades de la piel

Cáncer

Neurosis

Las psicosis

Trastornos del habla

Anorexia

Bulimia

Esclerosis múltiple

Adicciones

Muerte

BIBLIOGRAFÍA

PRESENTACIÓN

Se puede decir que el invaluable valor de las enseñanzas que HELLINGER nos ha entregado, y su ilimitada aplicabilidad, son una filosofía de vida que contribuye al orden personal, familiar, social y mundial desde su base fundamental, “Los Órdenes del Amor”, que son órdenes de paz, que están al servicio de la paz en las familias y los grupos, ampliando el mismo concepto expresado por HELLINGER sobre el Orden de Jerarquía.

Cuando el lector se deje impregnar de los contenidos del libro, ellos le facilitarán desarrollar la habilidad para afinar la percepción, conocer las fuerzas que dirigen su Sistema Familiar y si lo desea, puede realizar los pequeños movimientos internos que sugeridos a manera de ejercicios, que le permitan identificar y ocupar el lugar que le corresponde dentro de su sistema, armonizando la vida a medida que gana fuerza y crece en amor.

En el Primer Capítulo presentamos las bases científicas que conducen a la comprensión de lo que sucede al interior de los sistemas. Los hallazgos científicos a través del tiempo ayudan a que el lector se compenetre con los mecanismos de acción, regulación, ajuste, caos y orden de que se vale el universo para mantener el equilibrio a nivel macro y micro en los sistemas sociales, familiares u organizacionales.

En el Segundo Capítulo el lector entra al corazón de los Órdenes del Amor identificados por HELLINGER como: Orden de Pertenencia, Orden de Jerarquía y Orden del Equilibrio entre el tomar y el dar. En él se compagina al detalle con cada uno de ellos, lo que le permitirá saber en qué consisten, cuándo están ordenados y cuándo no, y cómo se logra un nuevo orden.

En el Tercer Capítulo, interactuando con los Órdenes del Amor está la conciencia, que es aquella voz que nos acompaña siempre para decirnos: está bien, está mal, eres culpable o eres inocente. En el transcurso de la vida la buena y la mala conciencia, la culpa y la inocencia se convierten en impulsadores de la conducta o en frenadores de ella. La conciencia está presente en todos los órdenes y es una excelente aliada para la toma de decisiones y el crecimiento personal.

El Cuarto Capítulo comprende las Etapas de Desarrollo desde el punto de vista sistémico. Pone de manifiesto lo que significa aquello de que la vida viene de papá y mamá, y qué es saberla tomar para hacer algo bueno con ella. Comprenderlo se convierte en toda una ciencia que exige claridad de su significado, reconocimiento del origen, agradecimiento por lo acaecido, coherencia en el actuar y saber decir SÍ o NO ante los hechos.

Por último encontramos la salud, la enfermedad y la muerte desde lo sistémico. La enfermedad, sea física, mental o emocional, proviene de los desórdenes que de generación en generación se trasmiten y se perpetuán en las familias, sin que nadie se ocupe de mirarlos, verlos y quererlos ordenar en sí mismos. Cuando un integrante de la familia ordena su sistema personal contribuye al orden en el sistema familiar y en el de las generaciones venideras.

Estos son los temas que nos ocupa el contenido de este libro: “Constelaciones familiares”.

BERT HELLINGER CREADOR DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES

Acogiendo los principios sistémicos, damos a conocer la biografía de la persona que desarrolla, promulga, aplica y difunde tanto los Órdenes del Amor como las Constelaciones Familiares y Organizacionales.

BERTH HELLINGER nació en Alemania en 1926. Desde los 5 años de edad manifestó su deseo de ser sacerdote, y a los 10 años ingresa al internado de los misioneros de Mariannehill en Lohr, donde permanece hasta los 15 años.

A los 17 años se enlistó en el ejército. Vuelve de la guerra a los 20 años e ingresa a la orden religiosa con la que más tarde iría de misión a Sudáfrica y donde hace realidad su sacerdocio. Allí asiste a la universidad por espacio de 3 años para prepararse como docente universitario, actividad que desempeñó siempre en ascenso, y regresa a Alemania como Rector del Seminario de sacerdotes de Mariannehill, donde estuvo interno en su adolescencia.

Como experto en dinámica de grupos y con autorización de la orden, por sus propios medios estudia Psicoanálisis y Psicoterapia.

En una demostración con una experta en Gestáltica, se da cuenta que dejaría el sacerdocio y contraería matrimonio. Fue sacerdote por 25 años hasta que a los 45 abandona la orden. Al poco tiempo conoce a su esposa y decide casarse.

Continúa su formación psicoanalítica en Viena. Posterior-mente se radica en Alemania cerca de la frontera con Austria frente a Saltzburgo, donde se suma al grupo de trabajo sobre Psicología del Inconsciente. A finales de los 60 y comienzos de los 70 deja este grupo, viaja a Estados Unidos y se presenta en Janove para capacitarse en Terapia Primaria.

Conoce el Análisis Transaccional a través del Análisis de Guión. Hace hipnoterapia según MILTON ERICSSON y la PNL. De ERICSSON le impresionó el respeto por el paciente y el acompañamiento en sus movimientos. Al respecto se refiere en los siguientes términos: “Para ERICSSON los pequeños movimientos son lo más importante, está atento a las más mínimas señas corporales, extrae de ellas el problema real del paciente para llevarlo sin rodeos hasta lo que se corresponde con él en lo más profundo”.

Asistió a seminarios de LESS KADIS y RUTH MC CLENDON. Al cabo de un año sus grupos de trabajo se transforman en Terapia Familiar y a partir de allí desarrolla las Constelaciones Familiares.

CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN A LA SISTÉMICA

Damos por sentado el mundo en el que estamos y cree-mos que lo que percibimos es el mundo. Tocamos nuestro cuerpo o una pared y experimentamos la solidez de lo físico de manera contundente. Son nuestros sentidos los que nos permiten esta experiencia: palpamos, vemos, olemos, pero ¿cómo estar seguros de que lo que percibimos es lo real? Para contestar a esta pregunta el ser humano se adentró en la ciencia para descubrir los ladrillos de los que está hecho el mundo, y se encontró con los átomos y sus partículas subatómicas.

Pero no nos detuvimos allí; quisimos saber de qué están hechas estas partículas, y en el siglo pasado la física cuántica se encontró con una respuesta sorprendente: las partículas no están hechas de materia: son energía. Lo que creíamos que eran partículas son realmente ondas de energía, vibraciones. No hay partículas vibrando, solo están las ondas que interactúan unas con otras y que nosotros percibimos como partículas.

Más increíble aún es el hecho de que estas ondas de las que está hecho todo y que conocemos como partículas subatómicas tienen una distancia entre ellas de unos 32 km a escala, lo que significa que si ampliáramos una partícula de las que se encuentran en el núcleo de los átomos al tamaño de un balón de baloncesto, el primer electrón que gira a su alrededor estaría a 32 km. La pregunta que sigue es: ¿Qué hay en medio? Los científicos nos responden: espacio vacío.

Sintamos esto por un momento. Todo lo que conocemos está hecho de átomos, los átomos están formados por partículas, las partículas son energía, la distancia entre ellas es equivalente (a escala) a unos 32 km y en medio de ellas lo único que hay es espacio vacío, es decir que la mayor parte de lo que consideramos materia sólida es realmente espacio vacío, y al estudiar este espacio vacío los mismos científicos encontraron que el vacío es realmente energía, una energía muchísimo más poderosa que la que está contenida en la materia.

Entonces lo real es que la materia no es un edificio hecho de ladrillos llamados átomos, sino que es una madeja de ondas de energía que interactúan con otras ondas de energía en medio del espacio vacío que es energía pura.

De estas interacciones entre las ondas se van formando las diferentes clases de átomos, los que a su vez interactúan con otras clases de ondas dando lugar a las moléculas de las que todo está hecho.

Aquí podemos ver la diferencia entre aquello de lo que está hecho el mundo, y la forma que adquiere. Ya los científicos nos han mostrado que el mundo está hecho de energía, y lo que percibimos con nuestros sentidos es la forma que esta energía adquiere. La sustancia no cambia, es la misma, sin embargo su forma está en constante cambio, las ondas interactúan unas con otras organizándose en diversos patrones que les dan formas diferentes, y estos patrones interactúan con otros patrones creando a su vez nuevas formas.

Nuestro cuerpo es un aparato diseñado para percibir estas ondas y nuestro cerebro es el órgano que las procesa e interpreta dándonos la imagen que tenemos del mundo y su solidez.

Es como una pantalla de computador que usa la información que le llega para formar una imagen acorde con ella. Si cambiamos la información que llega a la pantalla la imagen también cambiará; cuando la información que nuestro cuerpo percibe cambia, la imagen que nuestro cerebro proyecta de él también lo hace.

Otra forma en la que puede cambiar la imagen que vemos en la pantalla del computador es que voluntariamente lo programemos para que traduzca la información que le llega de forma diferente, entonces, a pesar de que a la pantalla llega la misma información que antes, ahora veremos algo diferente. Pues bien, sucede lo mismo con nuestro cerebro. El mundo allá afuera no necesita ser diferente, pues con solo cambiar la programación que tiene nuestro cerebro éste traducirá la información que recibe de otra manera y entonces cambiará el mundo a nuestro alrededor.

Ejercicio

Este ejercicio permite hacernos una idea de cómo funciona nuestro cerebro.

Haz una pequeña lista de aquellas cosas que en este momento de tu vida te molestan, inquietan o entristecen.

Una vez terminada léela en detalle. Cierra tus ojos e imagina estas situaciones y la contundencia de ellas en tu vida actual.

Imagina que te vas a dormir... que al despertar en la mañana tienes amnesia y no recuerdas absolutamente nada: ni tu nombre, ni quién eres, ni tu vida o la gente que te rodea. Imagina que todo recuerdo de tu vida tal cual es ha desaparecido completamente.

Ahora pregúntate: ¿Puedes sentirte de la misma forma que antes respecto a los aspectos de tu vida si pierdes la memoria? Siéntelo por un momento…. Mira cada tema de tu lista imaginando que no tienes recuerdo alguno sobre él o las personas involucradas, y revisa qué sucede y cómo te sientes.

Al cambiar la programación de tu cerebro la forma en que ves el mundo también cambia.

En la situación del ejercicio sería imposible que pudieras llegar a ver el mundo de la misma forma que antes, salvo que recuperaras tu memoria, y aun así la experiencia vivida haría que algo de la imagen que tienes de él sea diferente a partir de ahora.

La información es la que permite que todo esto suceda. Cuando vemos la solidez del mundo físico o la contundencia de los hechos de nuestra vida lo que estamos viendo es la imagen que nuestro cerebro crea al traducir la información que nuestro cuerpo percibe con los sentidos.

Una de las imágenes más contundentes que crea nuestro cerebro es la de la individualidad. Vemos las cosas separadas unas de otras y creemos que realmente interactúan entre ellas solo en la medida en que se acercan entre sí o crean estímulos que les permita actuar a distancia. Por ejemplo, un aparato de radio que está en la sala de tu casa solo tendrá relación contigo cuando al encenderlo emita las ondas que percibirás con tus oídos, así te encuentres en una habitación diferente.

Desde esta perspectiva de separación, lo que en este momento suceda al otro lado del mundo no te afectará, a menos que al encender el radio escuches una noticia y tu reacción a ella sea la evidencia de que de alguna manera dicha situación entró en contacto contigo y te afectó.

La capacidad del radio de emitir estas ondas y la de tu sentido de la audición de percibirlas y procesarlas es lo que permite este intercambio, sin embargo la capacidad del radio no tendría sentido alguno si no hubiera un receptor, el oyente, y la de tu cuerpo tampoco tendría ningún sentido si no hubiera algo que le estimulara.

Es la relación entre ambas la que le da sentido a la existencia de cada una de ellas. Nuestro cerebro proyecta una imagen en la que vemos un emisor, el radio con su noticia, separado de un receptor, la persona que la escucha, cada uno con sus propiedades intrínsecas. Si lo vemos de esta manera fraccionada nos perdemos la imagen ampliada o la totalidad en la que la relación entre ellos es muchísimo más que la suma de estas propiedades, y en este caso podríamos llamar a esta suma “la comunicación” y al analizarlo nos damos cuenta que una lista de las propiedades de cada parte no sería suficiente para explicar su efecto.

Ahora veamos lo que es un sistema: es una suma de partes cuyas propiedades solo tienen sentido con base en la relación entre ellas y cuya totalidad es mucho mayor que la suma de sus partes.

En un sistema no hay un emisor y un receptor como tal, pues todas las partes se encuentran interconectadas al mismo tiempo y se relacionan entre ellas simultáneamente, sin embargo esto nosotros no lo percibimos facilmente debido a que nuestro cerebro no está programado para darnos una imagen sistémica del mundo sino para darnos una imagen individualista de él, razón por la que se dice que los sistemas no pueden ser comprendidos por medio del análisis.

Lo anterior es válido tanto para los objetos materiales como para las situaciones que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Nuestro cerebro nos da una imagen fragmentada de los hechos, las causas y los efectos, y nos perdemos la perspectiva mayor en la que los hechos pasados, presentes y futuros se encuentran conectados unos a otros simultáneamente y en la que cada uno de nosotros está en permanente relación con ellos y con todas las personas que a su vez tuvieron relación con dichas situaciones.

Nuestra vida, entonces, podría verse bajo una mirada mucho más amplia que la que nuestro cerebro ha permitido hasta ahora. Podríamos ver que somos parte de muchos sistemas, que permanentemente interactuamos con aquellos que también pertenecen a ellos y que el verdadero sentido de nuestra vida no está dado por las características especiales que cada uno de nosotros posee, sino por la relación que existe entre estas características y las de todos los demás miembros.

El sistema a su vez posee propiedades que no existen en sus elementos, ya que son el efecto de la suma de las relaciones entre ellas. Cada una de las partes del sistema existe por medio de las otras, y la expresión de cada una se da por medio del sistema como un todo.

Podemos verlo en el cuerpo humano: el corazón es un órgano fundamental para su perfecto funcionamiento, sin embargo no tendría mucho sentido sin su relación con las venas y las arterias, ya que gracias a ellas la sangre que bombea puede circular por todo nuestro cuerpo. Sin el hígado limpiando la sangre el mismo corazón no podría funcionar adecuadamente. Si observamos nuestro cuerpo como un todo, nos damos cuenta que es mucho más que la suma de sus partes. La circulación del cuerpo humano es algo más que los órganos que componen el sistema circulatorio.

A lo largo de este libro verás cómo tu cerebro comienza a desarrollar una mirada sistémica, donde las relaciones entre las partes se hacen cada vez más evidentes.

Podrás reconocer cómo constantemente te estás relacionando, no con individuos u objetos separados de ti, sino con todas las redes de relaciones a las que ellos están interconectados. Comenzarás a ver todo en el contexto de algo superior que le dará más sentido y claridad.

También verás cómo tu propósito en la vida y el lugar que ocupas en ella van adquiriendo cada vez más sentido al comprender los entornos sistémicos en que te desenvuelves, comenzando por el familiar.

Podríamos decir que el mundo va a cambiar ante tus ojos, no porque antes fuera de una manera y hoy sea de otra, aunque esto sea cierto, sino porque poco a poco irás cambiando la forma en que tu cerebro procesa la información y se hará evidente lo que antes permanecía oculto.

¿Cómo se comportan los sistemas?

Los sistemas constantemente están retroalimentándose, auto organizándose y auto regulándose.

La red que forman los elementos del sistema no está organizada en forma lineal, los elementos que la conforman no están en una línea uno al lado del otro.

Ninguna propiedad de ninguna de las partes de la red es fundamental, todas se derivan de las propiedades de las demás partes y la suma de todas sus interrelaciones determina la estructura de toda la red.